Muchas veces pensamos que las situaciones diarias nos agobian, que ahogamos y explotamos de ira y coraje, pero una manera de sobrellevar todo esto es ofrecer lo que hacemos a Dios Padre convertir nuestro pensamiento en oración, cuando queramos gritar no hacerlo y ofrecerlo a Dios ya sea por un favor especial o por un enfermo, un difunto. Verás que las cosas irán mejor, ustedes dirán que no es fácil jajaja… cierto no es fácil como nada en esta vida jajaja… Sin embargo es un dato interesante y que da buena cosecha. Besos!! Los quiero!!
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