domingo, 27 de diciembre de 2009

FIN DE AÑO 2009 Y FIN DE MUCHAS COSAS

Estamos en diciembre mes de amor, paz, cordialidad; pero, sobre todo de mucha reflexión. Pues bien, eso me hace recordar aquella vez que di gracias por que el Niño Dios me trajo, con mucho esfuerzo supongo, el regalo que tanto deseaba, mi adorado bebé que usaba pañal, tomaba tetero y parecía de verdad, y ¿por qué agradecía? Nada más y nada menos, que a varios de mis amigos el Niño Jesús no pudo traerles lo que solicitaron en sus cartas, por ello dije: que buena suerte tengo, pedí un regalo más liviano y gracias a eso el niño si lo pudo cargar para traerlo hasta mí. Muchas veces agradecemos a Dios fijándonos en cuán bien o mal les ha ido a otros y no porque realmente estamos felices por todas la gracias que Dios ha traído para cada uno de nosotros, nuestra familia, amistades, vecinos o simplemente personas que han pasado por nuestro camino y que han sido instrumentos de Dios en nuestras vidas.

Pongámonos a pensar en aquella madre que ha sido indiferente ante sus hijos, que no los ha querido por igual a todos este año, es humano que ese hijo despreciado o digamos olvidado sienta resentimientos, rabia y hasta sed de venganza hacia su progenitora o hacia sus hermanos, darle cabida a sentimientos de ese tipo en nuestro corazón es más fácil que pelar mandarina. Ambientes de este tipo son verdaderamente aterrantes y solo quien los vive sabe lo difícil que resultan ser.

No es fácil dominar corrientes de ese tipo en nuestro interior, somos humanos, débiles, frágiles, sin embargo debemos orar y pedir al Niño Dios que ya nacido, sea nuestro sostén y soporte, ante todo resentimiento que tengamos contra el prójimo.

Dentro de los gajes del oficio de estar vivos, esta la lucha constante de mantenernos firmes y convencidos de que solo Dios es nuestra fortaleza y solo Él tiene en sus poderosas manos la justicia y no somos quienes para querer cobrar deudas que realmente no se nos adeuda a nosotros, sino solo a Él.

Sin duda, muchas veces nos ganamos enemigos gratuitos, no importa, perdónalos tu primero, si tienes enemigos muy bien ganados discúlpate, si no te perdonan, seguro Dios lo hará. Perdónate, y perdona a los demás, si te cuesta, ora para vencer esa atadura y libérate de tal peso. Sé feliz.

Por tanto, los invito a que con el Fin del Año 2009, sea de igual manera el Fin de Muchas Otras Cosas, como por ejemplo que muera todo resentimiento, toda maldad. Dejemos que Dios actué en nuestro corazón y veremos que tendremos un año 2010 lleno de mucha felicidad, porque si estas contento con el prójimo, lo estarás contigo mismo y si es así también lo estarás con Dios.

¡¡QUE TENGAN UN PROSPERO AÑO 2010 SE LES QUIERE!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario