¡¡DE QUE DUELE DUELE!!
Mucha gente, sufren cuando alguna persona los reta o simplemente se hace respetar, marcando límites y normas para ello. En medio de este sufrir y pare de sufrir, rehúyen de la realidad, arman teatros, crean mentiras, para satanizar a la persona que si tiene carácter y la voluntad muy bien puesta para no dejarse ver por nadie, o hacer respetar su espacio. Sin duda insisto en lo que hablé en un artículo: la verdad de que duele, duele y mucho. Pero no debemos tener miedo de descubrir la verdad, mucho menos debemos temer a confrontar la mentira, la verdad es una sola y la mentira es un monstro que crece. Existen personas hipócritas que se dedican solo a hundir con lenguas embusteras a aquellos que por decirlo así les van de frente, sin miedos, esto es muy común en familias grandes, donde hay un personaje más dominante, que si tiene este tipo de vicios, solo se dedican a provocar el efecto licuadora y todo lo que llegue a sus lenguas lo desbaratan, se componen unos con otros siendo capaces de convertir en todo un monstruo al más manso y tierno corderito. Pienso particularmente que cada quien debe hacer lo que debe hacer sin mentiras baratas, ni teatros de mala muerte, siento dentro de mí que Dios no ve con buenos ojos este tipos de cosas, acabar con la reputación del prójimo para mantener una mentira, por orgullo o solo porque les da la gana, sin duda no trae nada bueno.
¡¡Los quiero!!
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